Algunos tebeo (11)

Twilight (1-3), Howard Chaykin/José Luis García López, DC  1990- Planeta 2007, EEUU

Asalto post-Watchmen a una serie de oscuros personajes de la parcela cósmica de la DC que reciben una revisión futurista como dioses fascistas de una space opera corporativa y terminal. Los elementos habituales de Chaykin (represión sexual, religión/idolatría, misoginia latente, sadismo, narcisismo…) embutidos a la fuerza en unos personajes que probablemente no se lo merezcan. El conjunto, agresivo producto de una época, habla con crudeza  del cinismo de una  autor que trabaja sobre unos personajes/material que de modo visceral odia y de su tendencia a la crueldad para con personajes y lectores, en el gusto por desmitificar por la vía de la humillación grotesca y lo desagradable. El dibujo de García López  (quien integra  aspectos propios de Chaykin dentro de su estilo) es soberbio, en especial en las escenas de conjunto, las arquitecturas y tecnologías o las fugas psicodélicas, pero está peleado con el confuso guión y la embarullada disposición de los elementos (psicológicos, narrativo, técnicos), que es otro aspecto característico de Chaykin.

Arno (Arno: Le Pique Rouge- L’Oeil de Keops- Le Puits Nubien) Jacques Martin/André Juillard, Glénat  1984-87/Norma 1999, Francia

Aventuras de tono clásico-folletinesco divididas en tres álbumes, el primero de ellos prácticamente autónomo y que sirve por igual de presentación. En él, Arno, un músico veneciano, traba amistad con Napoleón y desentraña un complot puesto en marcha por una sociedad secreta. En los dos siguientes vemos tanto las ramificaciones de esta como la disolución de su atractivo, centrándose en la venganza personal de Arno contra un sádico lord inglés. En el segundo se produce un cambio de escenario, la campaña de Egipto,  y la introducción del interés romántico/figura trágica. El guión se deshilacha al mismo ritmo en el cual el dibujo de Juillard se vuelve sublime, en especial en la recreación de paisajes y arquitecturas. El tercer álbum es casi un epílogo, donde le héroe cruza de nuevo el mundo camino de Inglaterra. Rocambolesco, atropellado y alargado por igual, tiene un algo de Montecristo y culmina en un curioso anticlímax con una nota melancólica.

La Enciclopedia de la Tierra Temprana (The Encyclopedia of Early Earth), Isabel Greenberg, Jonathan Cape 2013/Impedimenta 2014, GB

Compendio sincrético de cosmogonías, que identifica estas creencias-religiones en sus variaciones e interconexiones logrando una unidad coherente. Todo lo pretencioso que suena esto resulta al volcarse en el tebeo justo lo contrario: un plácido encadenado de relatos, formulados con tono antirretórico y dominados por una mezcla de sencillez, ternura y perplejidad.  El uso de la segunda persona y el contraste entre la ambición del conjunto y  la llaneza del humor y las representaciones personaliza el comic. Un tanto precipitado en la conclusión, pero no incoherente con ese mismo tono o su sentido del absurdo. El dibujo sigue las mismas pautas, con puntuales aguadas y uso del color como elemento dramático, a veces más ilustrativo que narrativo y otras desnudo, muy preciso en aquello que quiere expresar y, por ello, lírico.

Pasajeros del viento (Les Passagers du vent 1-5), François Bourgeon 1980-84 Glénat/12Bis 2009

Relectura en crudo del folletín de aventuras que sigue la peripecia de un protagonista que parece típica de la ficción de su autor: una muchacha independiente cuya manera de conducirse entra en conflicto con el mundo que habita.  Así, la determinación propia es socavada por todo tipo de circunstancias y violencias, produciéndose entonces un aprendizaje en la ambivalencia (terrible) del mundo. Isa, transita en fuga desde un barco de la marina Real francés a uno negrero, conociendo distintos grados de los negocios de la violencia y la explotación humana. Bourgeon muestra tanto su habilidad para el relato en movimiento (de Inglaterra a Francia, de allí al África y de regreso al Mar Caribe) como para el ambiente claustrofóbico y la tensa calma de lo que se mueve pero no avanza. Minucioso en la descripción de la praxis esclavista y en la profundidad psicológica, nunca complaciente, su contundente trazo,  de texturas macizas en la viñeta,  su sentido de lo grotesco y la mixtura de nervio y minuciosidad remiten a la pintura de Brueghel; algunos de estos mismo elementos, unido a la escatología, la franqueza sexual y la desmitificación de ese mismo folletín lo emparentan con Paul Verhoeven.  Pese a lo abrupto de algunas soluciones argumentales en off, el conjunto es impresionante.

El gusto del cloro (Le goût du chlor), Bastian Vivès, Éditions KSTЯ, 2008/Diábolo Ediciones, 2009, Francia

La primera vez que lo leí no me dijo demasiado. Me pareció que no contaba nada y que era monótono.  Al volver sobre él veo lo contrario. El valor de trabajar sobre tan pocos elementos, como el propio Vivès de limita, se contiene y su capacidad para trabajar a partir de ello. La superficie azul turquesa de todo el tebeo, su cadenciosa repetición de rutinas y, sobre todo, lo que falta, lo que detrae voluntariamente, el constante fuera de campo dramático y estilístico. Rostros sin ojos, bocetos en movimiento. Entonces, cuando adquieren cara, cuando su expresión es completa o detallada el impacto de esa variación es mayor. Quitar o poner, parece que todo en Vivès se reduce a eso. Luego la gracia física, las líneas cimbreantes, las gradaciones del color y también la observación del gesto y el comportamiento. La pequeña historia a medio hacer, a medio pasar. Un tebeo hermoso.